Las semillas comestibles están presentes en todos los alimentos de origen vegetal que solemos consumir habitualmente. Muchas veces no reparamos en ellas, pero las ingerimos con total tranquilidad. Y es que nuestro cuerpo se beneficia de muchas de sus propiedades, lo que supone un enriquecimiento de nuestra dieta.
En Herbalcoach sabemos que en las semillas podemos encontrar muchos nutrientes que de otra manera no podríamos, de ahí que, en todos los itinerarios de nuestros usuarios, siempre incluyamos su uso y consumo como clave para conseguir nuestros objetivos.
Para que entiendas por qué tenemos esta predilección y qué beneficios puede aportar a tu organismo, hemos redactado este artículo en el que abordaremos seis clases de semillas comestibles que, de manera natural, deberías añadir a tu dieta. Presta atención y ve buscando un lugar en tu cocina en la que poder conservarlas de la manera adecuada para tenerlas siempre a mano.
6 semillas comestibles que deberías añadir a tu dieta
Aunque hay muchos tipos de semillas comestibles hay algunas que se han puesto de moda en los últimos años debido a que numerosos estudios realizados sobre las mismas han ofrecido resultados inimaginables.
En Herbalcoach hemos seleccionado seis de estas semillas comestibles para que puedas enriquecer tu dieta diaria de la manera más natural posible. Comenzamos…
1.Semillas de sésamo
Las semillas de sésamo son unas pequeñas sustancias que siempre hemos observado como parte exterior de los panes de hamburguesa industriales u en algunos dulces relacionados con la Cuaresma o la Navidad. Se trata de unas semillas muy ricas en minerales como el cobre y el manganeso; así como en proteínas. Aunque podemos usarlas siempre que queramos en nuestras comidas, lo ideal es hacerlo en las ensaladas pues le aporta nutrientes que no contienen los vegetales. También son ideales en los salteados, pues no sólo mejoran su presentación haciéndolos más atractivos para la ingesta; sino que refuerzan su contenido en proteínas.
2. Semillas de lino
Este tipo de semillas son menos habituales que las anteriores, pero son igual de atractivas. En este caso se trata de una variedad de semillas que tienen un alto contenido en ácidos grasos Omega-3, muy beneficiosos para las funciones básicas de nuestras células. Pero también son muy ricas en fibra, por lo que están especialmente indicadas para mejorar el funcionamiento de nuestro aparato digestivo. Además, estas semillas son también muy ricas en lignanos, que actúan en nuestro cuerpo como antioxidantes y previenen el envejecimiento.
3. Semillas de chía
Las semillas de chía son pequeñas y tienen un color oscuro. Se parecen mucho a las semillas de plantas como la menta y la hierba buena, con la que guarda cierto parentesco. Su principal atractivo es su alto contenido en fibra soluble, por lo que están especialmente indicadas para quienes se encuentran haciendo dieta y necesitan controlar el hambre. Y es que las semillas de chía pueden absorber aproximadamente diez veces su peso en agua, por lo que se emplean para espesar líquidos como los batidos o las sopas y salsas que acompañan muchos de nuestros platos caseros, sin necesidad de recurrir a otros ingredientes con alto contenido calórico.
4. Semillas de comino
Aunque habitualmente se emplea esta especia en su versión molida, lo cierto es que es mejor emplear las semillas al completo. Y es que estas semillas son muy ricas en hierro, cobre, cinc y fósforo por lo que al añadirlas a nuestra dieta estamos enriqueciendo la presencia de estos elementos en nuestros platos. Para lograrlo, basta con agregar unas pequeñas cantidades a las elaboraciones a cualquier guiso.
5.Semillas de cáñamo
Son semillas muy ricas en ácidos grasos Omega-3, y en vitaminas E y cinc, por lo que están recomendadas para cualquier tipo de dieta. Son muy ricas también en proteínas por lo que están especialmente indicadas para los deportistas. Se pueden emplear para enriquecer batidos o cualquier plato, tanto caliente como frío.
6.Semillas de girasol
Sus aplicaciones van más allá del aceite, y es que por lo general solemos comerlas crudas o tostadas. Son una excelente fuente de grasa saludable, pero cuidado tienen muchas calorías.
Con todo ello, ya no te quedan excusas para no usar semillas en tu dieta.